La Telekinesis

La Telekinesis

La telequinesis, telekinesis o telequinesia se define como la capacidad para mover objetos o modificarlos utilizando la energía de la mente sin entrar en contacto físico en momento alguno.

Al parecer, la energía liberada y que causa el movimiento de objetos es la misma que se manifiesta durante los fenómenos telepáticos y, en general, parapsicológicos.


Expertos definen a esa energía como un fluido psíquico en actividad capaz de afectar a la materia. "Energía biótica y telergia son otros términos para definir la fuerza que emana del cuerpo de la persona dotada de esa facultad y que forma un campo electromagnético provisto de numerosas características, incluso la de levitar o elevar en el aire a personas distintas al emisor". Algunos expertos señalan que no se necesita ser un iluminado mental para desarrollar esta habilidad sino que con práctica cualquier persona que utilice el 10 o 15% de su poder mental puede ejercitarse en este fenómeno.

Ciertos investigadores y físicos afirman que la capacidad del cuerpo humano para crear energía es diversa, tanto magnética, electrostática, electromagnética... Sin embargo afirman que a través de la telequinesis es capaz de mover hasta 300 kilos de peso. El funcionamiento es éste: la persona no genera un poder que mueva esa cantidad de materia, sino que es capaz de eliminar las fuerzas gravitatorias que actúan sobre esa materia. Así, 300 kilos no suponen nada. Se trata de energía humana que proviene de las capas profundas de la mente. La Telergia no puede ser identificada con nada concreto, sino que simplemente se trata de una “energía”. El uso de este término es correcto, porque es capaz de producir un trabajo, en este caso, el desplazamiento de un objeto. La Telergia no solamente se relaciona con el desplazamiento de la materia sino que en otras ocasiones también se señala como una de las causas de las psicofonías y ruidos al modificar la energía acústica. Esta es la llamada “Tiptología”.

Durante un tiempo se especuló con la posibilidad de que los grandes bloques que formaban las pirámides así como otros grandes monumentos como los Moais de la Isla de Pascua fueran transportados ayudándose de la telequinesis. El desplazamiento de los citados Moais se demostró que era realizado ayudándose de troncos de árboles lo cual provocó una deforestación de la isla, el caso de las pirámides es más enigmático pero aún así parece improbable esta teoría.

Este aspecto de la parapsicología mental adquirió gran importancia en la Segunda guerra mundial debido a los supuestos experimentos de Hitler. Por ejemplo, se dice que Hitler utilizaba grandes grupos de especialistas para mover grandes objetos o para leer pensamiento (habilidades telepáticas). Estas actividades pseudocientíficas tuvieron su fin con el derrumbamiento del régimen alemán. Es de todos conocido el interés del régimen nazi y en especial Hitler por lo paranormal.

Ciertas teorías sobre hipnosis y telepatía afirman que este tipo de cualidades mentales pueden ser explotadas más fácilmente por los niños. Esto es debido a la mayor “inocencia” que permite a su subconsciente estar más abierto a posibles actividades paranormales. A propósito de ello, uno de los casos de telequinesis más tratados es de una chica española llamada Mónica Nieto, que desde los 5 años era capaz de doblar cucharas de cocina a través de su mente.

Un caso célebre: Nina Kulagina

 

  Quizás uno de los casos más impresionantes de telequinesis es el de Nina Kulagina.

Bajo la atenta vigilancia de físicos, médicos y periodistas, Kulagina -con su cabeza llena de electrodos para controlar las ondas cerebrales- fue capaz de realizar increíbles fenómenos de psicoquenesis tras unos minutos de concentración.
Desde mover y levitar objetos introducidos en una campana de cristal, hasta hacer girar a gran velocidad la aguja de una brújula, provocar quemazón en el cuello de un voluntario o interrumpir los latidos de corazón de una rana. Sus aciertos ESP también fueron sorprendentes.

Tras las agotadoras pruebas, a las que siempre se sometió sin oponerse lo más mínimo, su fatiga era bien palpable. Su corazón alcanzaba nada menos que 240 pulsaciones por minuto y llegaba a perder hasta dos kilos de peso por sesión, además de apreciarse cambios en el campo electrostático cercano a su cuerpo. Mantuvo sus facultades telequinéticas hasta su muerte, acaecida en abril de 1990.

Sin la menor duda, Nina Kulagina ha sido la sensitiva más estudiada de todos los tiempos (por 40 científicos, entre ellos dos premios Nobel) y la que ha obtenido mejores resultados al verificarse científicamente sus poderes.

 

Nina Kulangina en acción

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