El Budismo II
En la India, la idea de reencarnación o transmigración tras la muerte era ya parte del contexto hinduista en el que nació el budismo. No obstante, en el budismo este problema se tratará de un modo totalmente novedoso.
El Budismo más ortodoxo prefiere el término "renacimiento" en vez del más popular y conocido de "reencarnación", debido a que no se cree que exista un alma perdurable o un yo que pueda transmigrar.
Renacimiento
Así, el renacimiento en el budismo no es igual que, por ejemplo, la reencarnación en el hinduismo, ya que Buda negó explícitamente que hubiera algo permanente en la persona que fuera ocupando o usando distintos cuerpos.
El renacimiento en el budismo es más cercano a la lógica del ADN o a una palingenesia próxima a como la entendía el filósofo alemán Schopenhauer. En el renacimiento budista, una relación de causas y efectos hará manifestar la existencia de otros individuos, pero no un alma o espíritu.
En el budismo se afirma que todos los seres con consciencia aparecen y desaparecen en virtud del karman, el mecanismo de causa y efecto. Así, las acciones de cuerpo, habla y pensamiento conllevan unos efectos pendientes que harán que se objetiven y experimenten con el tiempo, ya sea mientras el individuo está todavía vivo o después.
La continuidad entre individuos la constituye ese hilo causal, que son manifestados como tendencias y circunstancias apareciendo en todos y cada uno de los seres.
El renacimiento o reencarnación budista no es visto nunca como algo deseable, ni significa un determinismo radical en nuestras acciones; puesto que precisamente el camino Budista sirve para que la persona pueda liberarse de esa cadena perpetua de causas y efectos.
Si bien el individuo debe experimentar las circunstancias en las que le toca vivir, a la vez es el único responsable de lo que decida hacer en frente de ellas. La meditación, práctica fundamental en el budismo, supone también aquí la herramienta más poderosa para el seguidor budista.
Con la práctica aprende a observar cómo no existe un dueño de los pensamientos que afloran en su propia mente, pero que a la vez él es el único responsable de lo que decida hacer con ellos. El apego o no apego a ellos son por tanto la clave para lograr conseguir mayor ecuanimidad respecto a él mismo y al mundo, como actitud fundamental para su vida.
El tema del renacimiento tiene dos posibles interpretaciones o aspectos:
* El renacimiento de una vida a otra.
* El renacimiento de un momento a otro durante esta vida.
De hecho, muchos budistas occidentales no se plantean el tema de la reencarnación e incluso no creen en él. Ambos puntos de vista pueden ser también complementarios para aquellas personas que consideren la reencarnación en un sentido literal.
El renacimiento supone una explicación de la continua generación de la ilusión de un "Yo", o en palabras de Buda, de lo "compuesto". Mientras no exista un cese de este ciclo, nuestra experiencia común del mundo es llamada Samsara, o el mundo de los fenómenos.
El Despertar
La Iluminación
Buda afirmó que es posible el cese definitivo del círculo de la originación dependiente y el renacimiento. La meta de la práctica budista es por tanto el de despertar de esta ilusión de Samsara, y se afirma que en todo ser vivo existe el potencial de alcanzar el Nirvana, después de que se vea, con claridad y convicción plena como lo hizo el Buda, la verdadera naturaleza de la existencia y de la vida.
Esta naturaleza se expresa en las enseñanzas de Las Tres Marcas de la Existencia, la Originación Dependiente y el Renacimiento. Alcanzar este estado implica el vivir una nueva experiencia de la vida, de la muerte y del mundo, por lo que se adoptaría una nueva actitud ante éstos.
A las personas que no hayan alcanzado este estado aún solo se les pueden proporcionar incontables definiciones, analogías y comparaciones siempre muy imperfectas y burdas sobre este estado. Seguramente por ello Buda solía optar por describir este estado con términos negativos como lo no-nacido, no-originado, no-creado, no-compuesto.
Sin embargo también afirmó que no se debe confundir nunca ni con la aniquilación del individuo ni con un nihilismo. El significado último de "no-nacido" así como el de resto de analogías siempre son algo a clarificar para el propio seguidor budista.
Debido a esa inexpresabilidad, a menudo el Nirvana ha sido interpretado como un estado de quietismo o aislamiento, pero según los practicantes budistas, durante la meditación experimentan en ocasiones una total identificación con el resto del mundo, que usan positivamente en la manera de relacionarse con este.
Como la experiencia del Nirvana no es descriptible con palabras, ya que está más allá de los conceptos, y por lo tanto no puede ser comunicada, lo único que se puede transmitir es una indicación del camino a seguir para obtenerla. Éste es el propósito de las Cuatro Nobles Verdades.
Las Cuatro Nobles Verdades
Tras su despertar, Buda conoció que la verdad de su experiencia era inexpresable y muy difícil de transmitir a los demás, y durante unas semanas estuvo en tranquila reclusión. Según las escrituras budistas, finalmente pudo ver que existían personas que podrían también alcanzar el Nirvana. Y así empezó su actividad como guía para otros.
El primer discurso que dio fue a sus antiguos compañeros de meditación, en lo que se conoce como "La puesta en marcha de la rueda del Dharma".
En este primer discurso, Buda establece las bases para la comprensión de nuestra realidad. Estas bases se conocen como "Las Cuatro Nobles Verdades" de la existencia.
Las Cuatro Nobles Verdades constatan la existencia de lo que el budismo llama duhkha y que implica una angustia de naturaleza existencial:
1. La verdad de la existencia del sufrimiento (Duhkha).
2. La verdad de que la causa de Duhkha es el deseo (el querer, el anhelo, la sed de (sánscrito: tŗşņā, pāḷi: taņhā)).
3. La verdad de que existe un cese de Duhkha.
4. La verdad de que existe un camino para lograr ese cese: el Óctuple Noble Sendero.
El octúple Noble Sendero
1. Correcta Visión o Entendimiento. Es la comprensión de las Cuatro Nobles Verdades y la ley de la Causalidad.
2. Correcto Pensamiento o Motivación. Son los pensamientos libres de deseo sensual, libres de crueldad y libres de mala voluntad.
3. Correcta Palabra. Significa evitar la mentira, cultivar la veracidad.
4. Correcta Acción. Es evitar matar, robar, mentir, es decir, la práctica de los preceptos.
5. Correcto Modo de Subsistencia. Ganarse la vida mediante un trabajo que no implique matar animales, traficar con personas, armas o drogas.
6. Correcto Esfuerzo. Son los cuatro esfuerzos destinados a: evitar el mal que no ha surgido; vencer el mal que ya surgió; desarrollar el bien que no ha surgido; y mantener el bien que ya surgió.
7. Correcta Atención. Atención al cuerpo, las sensaciones, la mente y los objetos mentales.
8. Correcta Concentración. Es la meditación orientada a la liberación de las causas del sufrimiento, no sólo la meditación "para calmar la mente".
Así los dos primeros corresponden a la sabiduría, los 3, 4, 5 a la moral, y los 6, 7 y 8 a la meditación. Todos estos factores son importantes en el camino budista, y dependiendo de la escuela, tradición o maestro, se enfatizan más unos u otros...
Los 5 Preceptos
Desde el budismo primigenio, la comunidad budista en el mundo ha estado compuesta por monjes y laicos. Los laicos adoptan cinco preceptos básicos como guías de actuación y ayuda, los cuales se asumen de esta manera:
* Tomo el precepto de no dañar criaturas vivas intencionadamente.
* Tomo el precepto de no tomar lo que no me es dado.
* Tomo el precepto de no mantener una conducta sexual incorrecta (dañina con otros o conmigo mismo).
* Tomo el precepto de no hablar de manera dañina (mentir, rudeza, ostentación, cotilleo, charla vana).
* Tomo el precepto de no tomar intoxicantes (que alteren la mente y me pongan en riesgo de romper los otros preceptos).
Los monjes budistas sin embargo siguen una guía especial llamada Vinaya y que conforma una de las tres partes del compendio de escrituras con la que deben respetar entre 227 y 334 reglas de disciplina dependiendo de las tradiciones a las que pertenezcan.
El primer precepto hace que el vegetarianismo sea muy común en la práctica budista, si bien no es universal entre todos los budistas, y de hecho parece que el Buda histórico aceptaba algunos donativos de carne con la condición de que el animal no hubiera sido matado expresamente para el consumo del Buda.
La meditación (bhavana) es la práctica budista por excelencia.
El significado del término es "cultivo de la mente". Es por tanto una actividad que supone determinada disposición para que el practicante se sitúe en la realidad y así aumentar su comprensión y sabiduría, que son esenciales para la erradicación de dukkha.
Hay muchas y variadas técnicas de meditación budista dependiendo de cada tradición y escuela, si bien todas se basan en dos componentes llamados samatha (calma mental, tranquilidad) y vipassana (conocimiento directo, intuición).
En el núcleo central de toda meditación budista hay una observación tranquila y atenta tanto de los propios procesos mentales como de los fenómenos de la vida. En la meditación budista se intenta predisponer determinada condición mental que favorezca el estado de máxima atención y tranquilidad. El samadhi se considera algo previo a la realización de una alta comprensión o también del Nirvana.
En el budismo primigenio Buda explica los diferentes estados que el practicante experimenta en su progreso, así como la manera de identificarlos y los métodos a seguir. A partir de esta base común, a lo largo de la historia las diferentes tradiciones budistas elaboraron sus propias técnicas de meditación dependiendo de su propia evolución histórica y sus influencias culturales. En todas las tradiciones hay infinidad de técnicas y variantes meditativas. No obstante, de manera resumida se puede citar como característico de los sistemas de meditación en las diferentes tradiciones budistas lo que sigue:
* Budismo Theravada: hace hincapié en el análisis y descripción de los diferentes estados de meditación. Limpia de ritual y con un fuerte componente de estudio. Enfatiza un camino progresivo de práctica que pulirá las realizaciones del practicante. El análisis y la sistematización de la experiencia meditativa es la característica principal.
* Budismo Zen: hace hincapié en el carácter espontáneo e intuitivo de la sabiduría. La práctica budista es limpia de ritual e intenta buscar una armonía natural en el individuo que le predispone a realizaciones directas e intuitivas. Evitar el dualismo en la comprensión de la realidad, es la característica de la meditación Zen.
* Budismo Tibetano: hace hincapié en los mecanismos simbólicos e inconscientes de la mente. Es una práctica ritualista que intenta la transformación de la mente del practicante mediante un camino progresivo de realizaciones. La meditación en el budismo tibetano está centrada desde sus inicios en establecer nuevos patrones psicológicos para aumentar la comprensión de la realidad a niveles profundos. Es la más simbólica y mágica de todas las tradiciones budistas.
* Budismo de la Tierra Pura: hace hincapié en el carácter omnipotente de la sabiduría frente a los esfuerzos del individuo. Es una práctica devocional en donde los mantras (recitaciones) predisponen al practicante para una realización instantánea. En el budismo de la Tierra Pura, la devoción, humildad y gratitud suponen en sí mismas vías de realización espiritual como algo muy distintivo.
Las tres joyas (Triratna)
Los tres refugios. Los tres tesoros.
En el budismo la persona realiza una interiorización llamada tomar refugio. Desde antiguo esto ha sido lo que ha definido a alguien para ser considerado un seguidor de las enseñanzas del Buda. Esta toma de refugio viene a significar que una vez la persona ha comprendido el sentido de liberación que subyace en este camino, asumirá que mientras dure su existencia - o incluso en otras si las hubiera - querrá permanecer vinculado para siempre a lo que se llama las Tres Joyas o también los Tres Tesoros:
1. El Buda: el ser iluminado - el despertar o iluminación.
2. El Dharma: la enseñanza del Buda - el entendimiento correcto.
3. La Sangha. la comunidad de budistas - la pureza fundamental.
En muchas escuelas budistas existe algún tipo de ceremonia oficiada por un monje o maestro que ofrece la toma de preceptos. Esto es una manifestación pública del compromiso pero no es algo indispensable. La persona puede por ella misma tomar refugio con sinceridad y es del todo suficiente.
La ética Budista
Resumidamente, la moralidad y ética budista se apoya en los principios de no ocasionar daño (ahimsa) y la moderación (el camino medio).
Según las enseñanzas budistas, los principios éticos están determinados por el examen de si una acción cualquiera podría ser potencialmente dañina o perjudicial para uno mismo o para otros, y es este tipo de acción el que se intenta evitar. En el budismo se utiliza mucho la expresión de mente hábil, que es aquella que evita todas las acciones propensas a causar sufrimiento o remordimiento. El esfuerzo y la intención empleados determinará la carga moral de la acción.